BORRE LAS HUELLAS DE LA ARENA

Angelica Deymonnaz

 

          Borré las huellas de la arena en un intento de olvidar. Pero hay otras huellas, de otra arena que son imborrables.

¿Qué son las huellas, sino recuerdos visibles, qué por estar aquí ante mis ojos se hacen presente? Líneas, marcas, arrugas. Estas huellas que recién acabo de borrar, quizás ya hayan aparecido en mi cara como una señal. ¿Y cómo desaparecen las huellas del alma?, ¿qué viento, qué mar es necesario, para desvanecer aquellas miserables hendiduras, qué a veces llevamos como tatuajes, o cómo caparazones de tortugas? ¡De qué sirve la memoria si no nos cura!, ¡de qué nos sirven los recuerdos si no nos hacen más sabios!. ¡Hasta qué abismos profundos se debe descender para encontrar el camino, y luego rogar que no se esfume, cómo las huellas de la arena!

Un profundo sollozo sacudió mi cuerpo, mi lamento enredado en el viento se perdió en la espuma de las olas. Mi pie descalzo volvió a alisar la arena, quería asegurarme que no quedaran rastros. El monólogo que había gritado contra el viento, había secado mi garganta. Me senté en la arena sin fuerzas, pero sintiendo el latir de mi corazón como la vida que ahora realmente me pertenecía.

La casa se asomaba gris sobre el risco. Desde allí siempre me había sentido observada,  parecía un tigre a punto de saltar, o un águila disponiéndose a atrapar su presa. Ahora esa sensación ya había desaparecido: sólo era una casa triste y vacía, con olor a humedad salada, como las lágrimas que tanto había derramado.

          Volvería al caserón, guardaría sus cosas y se marcharía.  Ahora nada la sujetaba, podía navegar libre, como sus amados veleros que surcaban el horizonte. Tenía un poco de miedo a la soledad. A las noches silenciosas, a su insomnio, a sentir que no tenía un lugar al cual pertenecer, donde sujetar su identidad. Pero estaba dispuesta a intentarlo. Por eso había borrado las huellas de la arena, para comenzar de nuevo, con todos los riesgos que esto traía consigo, cómo una página en blanco.

 

Angélica Josefina Deymonnaz nace el 20 de Abril de 1952, en
Argentina
1994 Edita libro de cuentos La Ofrenda
1995 Guionista del micro "Espacio Pompidou" Canal Bravo VCC
1996/2001 Representante en la Argentina del Museo de Arte Americano de Maldonado, Punta del Este, Uruguay
1996 Edita libro de cuentos Las riendas de Cronos
1997 Organiza y coordina el Café de letras y Artes del Centro Cultural Borges dedicado a la juventud.
1997/1999 Dicta cursos sobre creatividad.
1999 Encuentros de creatividad, Centro Cultural Borges
2000 Guionista de televisión para la productora Alvarez y Asoc. 2001 Edita novela "en algún lugar.com...mi amor" y libro de poemas "Luna Naciente".
2001 Idea y coordina el programa "Saludyarte", que consiste 
en llevar talleres de arte a Centros de Salud.

Artesanos - Escritores - Escultores - Fotógrafos - Pintores - Misceláneas
Copyright © 2000/2020  cayomecenas.net  - Todos los derechos reservados.