LA BUSQUEDA

Mariano Omar Arrese

 

Con la cruz del sur como guía

en esta fría noche, aún busco tu rostro;

que, entre constelaciones se me aparece,

como fantasmal recuerdo del ayer.

Algo se escapó de mi alma,

y su lugar vacío produjo una herida,

que, día a día, sin ti;

se va haciendo mas profunda.

¿Dónde estas?. . ., se pregunta mi corazón

y mira al cielo;

¡ay crucecita!, guíame por ese silencio;

mi sed de ti, sacio con el rocío de esta noche,

esta sed que tú ida. . . dejó.

Tus ojos aun, en los míos, se reflejan;

tengo esperanza que cuando el sol despunte,

la aurora tu figura, en el horizonte dibuje;

y, así mi búsqueda tendrá, como la noche. . .

por este día. . . fin.

 

16/I/96

 

PENSANDO EN TI 
(
ver.I 16/VIII/91)

Mariano Omar Arrese

 

¡Meses y meses...!

en los que, sin fatiga, perseguí,

un lejano ideal.

¡Meses y meses...!

en los cuales me sentí bien,

bien por todo,

bien..., porque te quería.

Sobre el papel he dejado dictados,

hechos por mi corazón silencioso.

De mis labios salieron verdades dulces,

de mi amargo pasar.

Fueron meses, en los que creí vivir y no,

sentir y no...

en esos meses, aprendí a esperar,

aprendí a amar.

Me preguntaba: ¿Hasta que día he de esperar?

El silencio, se me hacia respuesta,

respuesta retenida, sin piedad.

En esos momentos, el amor, lo fue todo,

me lo dió todo,

aquello que tú no me supiste dar.

Y fue el silencio, compañía,

tanto de día

tanto de noche.

Se hizo esperanza y bastón, para sostener este dolor.

Se hizo espejismo de tu figura...

para verte cada día.

¡Escribí, canté, lloré y hablé!

Pero, no me leíste, escuchaste ni comprendiste.

Sólo te aferrabas a la confusión del corazón,

lindo disfraz, para ocultar los verdaderos sentimientos.

Que usabas para ocultar a tú ser y a tu amor.

Todo te he dado, sin esperar nada.. ¿Y tú...?

Me respondiste...con la indiferencia,

con la nada.

Ahora llega el tiempo del recuerdo,

de aquellos días, horas y minutos, en los cuales...,

fuiste mía.

Pero, pasó, son sólo... recuerdos.

Sin embargo, ¿Si me estás escuchando?,

Adentro de mí corazón, estuviste siempre,

que, junto a su latir, decía tu nombre.

Y sigo, sin cansancio, esperando,

esperando el momento en el cual...

recuerdes que, como ayer, ¡Te sigo amando!

13/VI/98

 

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