Jesús crucificado
Tabla ogibal
68 x 54 cm
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César
Patrone nació en San Martín -Provincia de Buenos Aires-
Argentina.
Inicio sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Paris en
1936.Una
década mas tarde tomo las primeras nociones de la elaborada
técnica que define a las lacas
bizantinas del imaginero chileno
Valdes Mujica, radicado por entonces en Argentina.Desde
entonces trabaja incansablemente en la recreación de un arte
pictórico antiguo como
espléndido, logrando maravillosas imágenes religiosas
-iconografías- en una lucida y estilizada
interpretación de aquellos
motives. Los iconos de la vieja ortodoxia; las tablas del
periodo bizantino; los
dibujos y coloridos persas; las filigranas en bajo relieve del
arte gótico; aquellas miniaturas y caligrafías sutiles de
oros, azules y rojos, fijos en los misales del medioevo; la
ingenuidad graciosa de
simples líneas decorativas en los mas antiguos retablos..., todo
ello y además el
caudal de reliquias americanas en los templos, tan indios como
españoles, se van decantado y enriquecido en este logro
moderno del laquista Cesar Patrone.En
su larga trayectoria este laborioso artista ha expuesto sus
obras con singular éxito de critica en
las más
importantes galenas de arte de la Ciudad de Buenos Aires, en
varias ciudades y capitales del
interior del país así como de
países limítrofes.
HISTORIA :
ARTE
BIZANTINOLos iconos son
la representación pictórica de la Virgen, Jesucristo y los
Santos que veneran y
reverencian en la iglesia ortodoxa de los países de Este de
Europa, esencialmente Grecia y Rusia.
Estas representaciones datan de los mismos orígenes del
Cristianismo y sus inicios se remontan a
las
imágenes conmemorativas del final de la Antigüedad.
Al tiempo de la creación
del Bajo Imperio de Oriente, resultado del desmembramiento del
imperio romano que comenzó
cuando Constantino el Grande inicia en 330 el traslado de la
corte a Bizancio (mas
tarde Constantinopla, hoy Estambul) se desarrolla lo que se ha
dado en llamar arte bizantino. Este suntuoso arte tuvo su máximo
esplendor en el imperio de Justiniano I (527-565) .Se distingue
su estilo por la riqueza de sus adornos filigranados y las
soberbias vestiduras de las imágenes. En los rostros se
destacan sus grandes ojos y la expresión de místico
recogimiento.
En 1204
Constantinopla fue conquistada por los ejércitos de la IV
Cruzada que la convirtieron
en
capital del imperio latino. Los pintores de iconos apenas
consiguieron seguir con su auge, por
cuya razón se ve en esa fecha de
1204 el final de la época bizantina media para comenzar
difusamente el sincretismo imaginero que caracteriza a la Edad
Media occidental. Dos siglos y medio mas tarde, con la caída de
Constantinopla a manos de los turcos (1453) provenientes de Asia
Central, la pintura de los iconos sobrevivió ya que Bizancio
había propagado su
influencia también a grandes regiones de Oriente. Así Rusia se
convirtió en el
mayor exponente del arte bizantino. Inevitablemente los pintores
rusos fueron imprimiendo su propio estilo que los
diferencia de la corriente de influencia que se extiende al
Oeste; especialmente respecto a los rasgos de los personajes y
al colorido que se torna claro, casi
radiante, pero no en cuanto
a la temática que sigue representando imágenes y escenas de
carácter religioso cristiano.
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