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Mar grande
Técnica mixta
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Carlos Roces,
Pintor nacido en Gijón el 12 de agosto de 1934. Desde muy
joven mostró vocación y capacidad para el arte pero se vio obligado a
estudiar Derecho, carrera que compatibilizó con los estudios de dibujo y
pintura en la Escuela de Artes y Oficios de San Salvador de Oviedo, donde
tuvo como maestros a pintores de la talla de Borbolla y Tamayo.
Licenciado en Derecho. y teniendo asegurada jaula de oro en el mundo de la
banca, decide marchar a Londres, donde expone en el Victoria Embarkment y en
la Leighton House Art Gallery. Desde allí emprende una búsqueda artística
personal que le lleva por Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria,
Italia, Grecia y Egipto.
En 1962 viaja a España para organizar su primera exposición en el Ateneo
Jovellanos de Gijón. De él dice Daniel Arbesú: «Ir de Gijón al Valle de los
Reyes egipcios en busca de la inspiración es, sin duda, un hecho que se sale
fuera de lo corriente».
Vuelto a Inglaterra, expone en la West Malvern Vicariage. Diseña y realiza
los decorados de El Burlador de Sevilla en el Cumberland Hall. Mientras
prepara su doctorado en «Shipping Law» (Derecho Marítimo) en el University
College London, hace un «Master in Arts», con el austriaco Ernest Gombrich,
considerado el mejor historiador del Arte de mundo.
En 1963, visita de nuevo Gijón, y expone en Arlequín y en el III Salón de
Navidad de Artistas Asturianos, así como en varias colectivas, para volver a
Inglaterra.
En 1968 expone en el Ateneo Jovellanos de Gijón y en la Casa de Cultura de
Avilés.
1969 es un año para las exposiciones individuales: en el palacio del Conde
de Toreno, en el Ateneo del Mar de Candás y en la Caja de Ahorros de Gijón.
En 1970 realiza otra individual en el Ateneo Jovellanos; en 1971, en la Caja
de Ahorros (Avilés), en el Ateneo Jovellanos y la colectiva del Salón de
Invierno de Pintores Asturianos, a la que volverá al año siguiente, además
de otras.
En 1973 participa en la exposición homenaje a Nicanor Piñole en la galería
Marqués de Uranga. Otra es la Exposición de Pintores de Gijón en Salamanca
(palacio Garcigrande). Expone de manera individual en la galería Puente de
Oviedo y en Madrid en la galería Toisón. En 1974, en la galería Marqués de
Uranga, y varias colectivas.
En el 75 reseñamos varias colectivas y, en 1976, además de las colectivas,
una individual en la sala Murillo. Atendamos a la opinión sobre ésta del
crítico Jesús Villa Pastur: «Es dentro de la línea de plena sencillez donde
encuentra sus mejores triunfos, aliados a una fina y sensitiva visión lírica
de nuestras humedecidas atmósferas. El repertorio figurativo abarca las más
variadas facetas de nuestros paisajes urbanos, rurales y marinos. En 1977
expone en el Instituto Jovellanos. Y en 1978, en la galería Bernesga de León
y la sala Murillo de Oviedo y en Zaguán, de Palencia.
Linares-Rivas escribía en la prensa de León: «Desde 1948, siendo muy joven,
hasta hoy, tiene un apretadísimo curriculum vitae en el que es muy difícil
pararse de tantos como son los escalones. Todo ello a través de exposiciones
colectivas, individuales, concursos, salones, premios, títulos de
profesor... en fin, muchos jalones en una vida joven aún».
En 1979 expone en la sala Piñole y la Caja de Ahorros (Oviedo), y en 1980
realiza varias colectivas en Asturias y Madrid.
En 1981 expone en la galería Tioda (Gijón) y en la madrileña Toisón.
En 1982 retoma sus labores como profesor de dibujo y pintura. Expone también
en el Banco Exterior de España y realiza varias colectivas en Gijón, Oviedo,
León y Madrid.
En 1983 expone en Cáceres, en la galería del Colegio de Médicos, así como en
varias colectivas.
En 1984 expone en Tioda y Murillo. También participa en varias colectivas.
En 1986 cuelga obra en el Banco de Asturias, y en 1987 en la Sala de
Exposiciones del Banco de Bilbao en Oviedo.
En 1988, en la Sala de Arte Tioda, de Gijón, y en la galería Nogal, de
Oviedo.
En 1989, exposición individual en el Eurobuilding 2, de Madrid.
En 1990, en la Casa Municipal de Cultura de Llanes, así como en varias
colectivas.
Sobre su labor en ArtEstudio, opina Inés Fernández Hurlé, en La Brocha: «Ha
sido paciente maestro de muchos pintores de reconocida valía en la
actualidad, y aún sigue luchando por mejorar la afición artística de otros
que inician ahora su andadura. Por su parte, Javier Vallín, en la revista
Gal Art , comentaba: «Sus formas destilan ternura y poesía, sin cursilería
ninguna, presentándose ante el mar y apresándolo, envolviéndole, dominando
algunas de sus partes que plasma en los lienzos. Su pincelada larga y
decidida, clara y llena de limpio significado, nos acerca con su luz la
medida del tiempo». Y Víctor Alperi: «Marinas delicadas, sencillas que, a lo
largo de los años, el pintor ha purificado, decantando toda materia espuria;
marinas de la costa asturiana, con Gijón, en la mayoría de los casos, al
fondo. Marinas dulces, sedantes, del mar en calma, con lanchas dormidas
sobre las aguas. El pintor y maestro que es Carlos Roces...».
En 1993 inaugura la capilla de San Lorenzo de Gijón con un exposición
individual, sin venta, con el título de: El Evangelio, según Carlos Roces .
Organiza exposiciones colectivas de la obra de sus alumnos, en la capilla y
en el Museo Barjola, del que es nombrado en 1996 miembro de la Junta
Asesora. Ese mismo año expone en la galería Bellas Artes (Gijón), presentado
por Ernesto Salanova.
Carlos Roces es el único representante asturiano en ArteSantander, con la
galería Toisón.
Expone en la Sala de Arte del BBV (Oviedo) presentado por J. A. Samaniego, y
en la galería Santa Engracia (Madrid), presentado por Mauro Muñiz. Sobre esa
etapa, comentaba Ernesto Salanova: «La naturaleza y el hombre, de Roces, no
son dos cosas, sino una. Carlos ha visto esto, últimamente, con absoluta
nitidez. Ha visto que no está la naturaleza al servicio del hombre, sino que
es éste, el hombre, también naturaleza. Que es el hombre, en el mundo, una
efectiva sumisión —razonante— en un medio que también está vivo. Que es, a
veces, el mar: Que es la arboleda, tostada y magnífica, del pintor».
En el año 1997 expone, una vez más, en la gijonesa galería de arte Bellas
Artes, con la intervención de Mauro Muñiz, José Antonio Samaniego y Ernesto
Salanova.
En el año 1998, en marzo, presenta la obra de sus alumnos en la capilla de
San Lorenzo de Gijón; del 14 al 30 de abril, expone en Oviedo, en la sala de
arte Dingraph. Seis meses después, con motivo de la Independencia de
Filipinas, expone en Manila.
Al regreso de Filipinas, expone en la sala de arte Monticelli de Gijón junto
con Piñole, Martínez Abades, Menéndez Pidal, Álvarez Sala, etc., desde el 18
de diciembre de 1998 al 8 de enero de 1999.
El 25 de febrero de 1999, en la sala de arte Hator, presenta la exposición
De Manila a Gijón.
El 6 de mayo de 1999, expone de nuevo en la sala de arte Dingraph, de
Oviedo, a la vez que presenta su libro Los Hermanos Felgueroso y la minería
asturiana, en la Escuela de Ingenieros de Minas.
El día 3 de septiembre inaugura, en el monasterio de Valdediós, de
Villaviciosa de Asturias, una exposición de pintura religiosa, presidida por
el consejero de Educación y Cultura del Principado, Javier Fernández
Vallina, y con la asistencia de la alcaldesa de Gijón.
En el diario El Comercio de Gijón, Javier Neira le hace una entrevista y P.
Merayo destaca: «La pintura de Roces fue definida como "una nueva
formulación cósmica de lo religioso"». El diario La Nueva España de Oviedo
recuerda que no están en venta las obras y que el autor ha dicho: «Con este
muestra lo único que pretendo es hacer una labor pedagógica sobre el
Evangelio».
En las Navidades del 2000 recibe el encargo de pintar el cartel anunciador
del concurso de escaparates navideños.
En febrero de 2001, exposición en la galería Bellas Artes, de Gijón,
presentada por José A. Samaniego, que dijo: «El paisaje de Carlos Roces
habla del orden del mundo, la belleza del planeta, el esplendor de la luz.
Emite un mensaje de paz y esperanza frente a las fuerzas de la
descomposición y del caos». A continuación, en el mes de mayo, también en
Gijón, en la sala Hator, exposición “ solo bosque ”. En La Brocha, Inés
Hurlé habla de «... la semipenumbra grisácea que invade la parte posterior
de los cuadros, dándoles a los árboles del primer término todo el
protagonismo que les proporcionan los pequeños puntos de luz sobre las
hojas, bañadas por el sol».
En agosto de 2002 pinta el cartel de la 46ª edición de la Feria
Internacional de Muestras de Asturias.
Su cuadro La Rula, pintado en 1965, pasa del Museo Casa Natal Jovellanos a
colgarse en el Ayuntamiento de Gijón, en el despacho del secretario letrado.
En el mes de enero de 2003 presenta su cuadro Jovellanos y la minería,
pintado por indicación del Foro Jovellanos. En el mes de septiembre,
participa activamente en el III Congreso de Historia Ferroviaria, con una
ponencia en la que recrea la historia del ferrocarril minero de La Camocha
al Musel. Pinta una serie de cuadros sobre el tema ferroviario, que expone
en el Museo del Ferrocarril y en la tertulia Los Manzanos. El día 11 de
diciembre, en el Ateneo Jovellanos, Pedro de Silva y Mapy Fernández
Felgueroso presentan el libro Poemas de Gijón , con 58 dibujos y portada de
Carlos Roces, que tiene gran repercusión en todos los medios.
El 27 de mayo de 2004, expone de nuevo en la capilla de San Lorenzo, sobre
el tema La mina y el mar.
La biografía de Carlos Roces, escrita por Patricio Adúriz, figura en la Gran
Enciclopedia Asturiana y en el Diccionario de Pintores Españoles del siglo
XX.
Hay obras de este autor en museos y colecciones particulares, en Argentina,
Ceilán, Colombia, Egipto, EE. UU., Inglaterra, México, Pakistán, Venezuela,
Filipinas, etc., así como en España.
(Pinche las obras para obtener una mejor imagen) |
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