|
ORIGEN DEL PAISAJE COMO EXPRESION ARTISTICA
Luz María Sánchez Velasco
El paisaje libre de figuras como medio de expresión del hombre a través del arte, viene a ser la cristalización de un proceso en que se gesta la nueva sensibilidad hacia la naturaleza en armonía con los sentimientos.
Este cambio en el orden de la sensibilidad alcanza su plenitud en la época romántica cuando el hombre, alejándose de las decepciones sociales y políticas, ha buscado un refugio en la naturaleza y se ha recluido sobre sí mismo para encontrar lo que la sociedad le niega: su libertad y su unidad.
Es, entonces, cuando proyectándose y contemplándose a través de las formas naturales les concede a éstas una expresión, una espiritualidad, convirtiéndolas en objetos dignos del arte.
Para llegar a la nueva sensibilidad en el campo teórico, fue necesario la evolución de la teoría artística inmersa a su vez en una determinada concepción del mundo.
En este proceso, fueron emergiendo diferentes aspectos que contribuyeron a darle su perfil definitivo. Estos son: la valoración paulatina del mundo sensible, el sentimiento, la expresividad, la fantasía y el concepto de sublimidad.
El nuevo sentido de la naturaleza comienza en Suiza con un grupo de teóricos y pintores: Johann Jacob Bodmer (1698-1754); Jacob Breitinger (1701-1776); Albrecht Von Haller (1708-1777) y Salomón Gessner ( 1730-1788). Bodmer y Breitinger con su publicación periódica en Zürich: Discursos de los Pintores(1721), fueron estableciendo los fundamentos de los escritos sentimentales.
El aporte más significativo para el sentimiento de la naturaleza exterior, el cual constituye uno de los principales elementos del prerromanticismo fue el descubrimiento de la belleza de las altas montañas.
Los Alpes se convierten en origen y fuente de inspiración, su paisaje de montañas y lagos crea un clima especial para la creación artística.
Los poetas más importantes del movimiento prerromántico "Sturn und Drang" fueron J.W. Goethe (1746-1832) y Friedrich Schiller (1759-1805).
Goethe con su obra "Los sufrimientos del joven Werther" (1774), se convirtió en el propulsor de este movimiento. En esta obra se revelan: la pasión, los sentimientos exaltados y una total interacción entre el hombre y el paisaje.
Schiller en su obra " Sobre poesía ingenua y sentimental", al comparar el mundo griego con los modernos, señala que los griegos por basar su cultura en la sensibilidad, no tenían sus creaciones el carácter sentimental. Porque el hombre, al ser parte de la naturaleza y haber sido separado de ella por la civilización, viéndola como un mundo casi ajeno, se ha alejado en cierto modo y medida, de ella; pero, no olvidado, pues, no puede prescindir de su existencia, manteniendo una permanente nostalgia de su origen.
Es por ello que, al verle desaparecer tanto en sí mismo como en la vida social, se va sintiendo atraído por el paisaje, apareciendo éste como idea u objeto en la creación artística. Así el hombre, gracias a su imaginación, se proyecta en las cosas irracionales y así ve en las montañas, ríos, etc., cualidades tales como: la serenidad, la autonomía, la unidad, como si las hubiere logrado después de una lucha en posesión de una
voluntad.
Concepción, Chile
2006
|
