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CHARLES BAUDELAIRE
EL ALBATROS

Marco Antonio Stucchi

El nueve de Junio de mil novecientos cuarenta y uno, la familia embarca al joven Charles Pierre Baudelaire, con veinte años, en el <<Paquebote des Mers du Sud>> hacia Calcuta con la finalidad de que se familiarice con los negocios en ultramar. La intención del joven era la de ser poeta. Había concebido escribir un poemario que se llamaría "Los limbos". A bordo era el único "dandy" de modales impecables, con un gesto de permanente desprecio hacia los demás.

A la altura de Cabo Verde, un albatros que volaba entre el velamen y los mástiles fue herido en el ala por un disparo de carabina ejecutado por el Capitán. El ave estuvo atada de una pata al mástil, permaneció así algunos días sobre el puente siendo objeto de distracción, burla y maltrato por parte de la marinería. Un marinero intentó cegarlo con golpes de su pipa, Baudelaire que había sido espectador silencioso golpeó al agresor hasta que el Capitán los separó. Al final el albatros terminó en un suculento pastel que sirvió para celebrar el cruce de la Línea Ecuatorial.

Baudelaire, se retira a su camarote y compone un poema de cuatro estrofas que es el segundo de su poemario al que denominó después de dieciséis años <<Las flores del mal>>, donde esta solitaria ave que permanece en el aire diez meses al año, que domina el mar, dueña del horizonte; que pierde majestuosidad y es víctima de agresiones cuando se encuentra con el hombre.

EL ALBATROS

A menudo, por divertirse, los hombres de la tripulación
cogen albatros, grandes pájaros de los mares,
que siguen, como indolentes compañeros de viaje,
al navío que se desliza por los abismos amargos.

Apenas les han colocado en las planchas de cubierta,
estos reyes del cielo torpes y vergonzosos,
dejan lastimosamente sus grandes alas blancas
colgando como remos a sus costados.

¡Qué torpe y débil es este alado viajero!
Hace poco tan bello, ¡qué cómico y feo!
Uno le provoca dándole con una pipa en el pico,
Otro imita, cojeando, al abatido que volaba.

El Poeta es semejante al príncipe de las nubes
que frecuenta la tempestad y se ríe del arquero;
desterrado en el suelo en medio de los abucheos,
sus alas de gigante le impiden caminar.

Para Baudelaire, al albatros es el poeta. Los marineros el hombre y el navío el mundo.

En la primera estrofa, el poeta vuela permanentemente buscando un ideal imposible de alcanzar. Se pierde en el horizonte y sus pensamientos son rotos por la realidad.

En la segunda estrofa, el poeta desubicado en el mundo oculta sus cualidades poéticas. "Reyes del cielo y torpes en la tierra", Baudelaire, inicia lo que sería característico en él, los juegos retóricos entre desdichados y bienaventurados, entre el bien y el mal. "Grandes alas blancas, represen la espiritualidad y la inspiración poética.

Para la tercera estrofa, el mundo poético no interesa al hombre. El poeta es agredido, burlado y el dolor es de uno solo. Sólo tiene a sus amigas inseparables, la imaginación y la soledad.

La metáfora de superioridad, en la cuarta estrofa, "príncipe de las nubes" en donde la imaginación no tiene límites y burlándose de la muerte representada por el arquero que dispara mortíferas saetas. El poeta tiene su lucha espiritual con la tormenta tratando de entender al hombre. Es exilado, desterrado, abucheado e incomprendido. "Sus alas de gigante que le impiden avanzar"; el hombre no comprende su poesía y lo limita en el mundo.

San Isidro, 11 Octubre 2006

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