SONETO
EL NIÑO
Camilo Valverde Mudarra
Luce mi niño blanca luz de aureolas
en cielo azul de nívea transparencia;
es su carita un huerto de corolas
con arcanos perfumes de inocencia.
Su lengua viva boga entre las olas
de palabras y frases de insistencia;
su mente forja y sume en sus cabriolas
la flor del verbo pleno de su esencia.
Tres añitos redondos de ornamento
florecen en ramajes fulgurosos
anchos de vida y largos de incremento.
La pujanza de brotes vigorosos
aferra su alma a fértil fundamento
para campear los hielos rigurosos.
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