LOS CATAROS 
Conocidos también por LOS HOMBRES BUENOS

Raphaël Marí Caselles


El judaísmo, el islamismo y el cristianismo tuvieron sus orígenes en Arabia.  No demasiado lejos de este enclave geográfico, hay que buscar los cimientos de lo que más tarde sería el "Catarismo".

Así pues, la primera noticia que se tiene de esta religión, nos viene de Constantinopla. Su fundador, llamado Mani, nació en Babilonia,el 14 de abril del 216, y fue allí donde también terminó sus días.  Desde muy niño vivió en un medio religioso, con tendencias a fundirse en uno solo los elementos religiosos y filosóficos.  En su primera juventud formó parte de una secta baptista rigurosa, manteniendo, asimismo, estrecho contacto con cristianos y judíos.  Toda su vida la dedicó a tratar de explicar su religión:  una simbiosis del zoroastrismo, el budismo y el cristianismo.  Fue con motivo de un viaje a la India cuando Mani conoció el budismo.  Para él existian dos principios supremos y eternos: el de la luz y el de las tinieblas, desde luego, irreconciliables.

"Los Cátaros", conocidos también con el sobrenombre de "Los hombres buenos"- que debian este apodo por su forma de ser humilde, sencilla y por el afecto que les tenían- mantenian unas rígidas normas: Vivian en una estricta pobreza, mendigando y predicando, cual hiciera, en gran parte, San Ignacio de Loyola.

Esta religión -el Catarismo- estuvo en auge en la región de Languedoc, en la de Occitania y en el Rosellón y, en menor presencia, en la Cataluña sur.   La predicación de la misma llegó tanto hasta los castillos y los feudos, como al pueblo llano, creándose obispos en las tres principales regiones.

Era, en definitiva, la religión para todos y que todos aceptaban. No así el Papa Inocencio III, que veía cómo se les iba de las manos el control de los cristianos de la zona que se pasaban al Catarismo, y, ni corto ni perezoso, decidió acabar con lo que denominó "esa mala gente" convocando una Cruzada contra ellos, apareciendo las bulas y los perdones típicos de aquella época (allá por el año 1208), amén de toda la rapiña.

Resulta difícil indicar la cantidad de los Cruzados, - eso sucedía en la Edad Media- y estaban compuestos por nobles, soldados, mercenarios y plebe. 

Valiéndose de un traidor, entraron en Bezières, asesinando, degollando y "pasando a cuchillo" a toda alma viviente, ya fuesen cristianos o cátaros.

En Carcasonne, una gran fortaleza, ocurrió otro tanto, entrando, además, sin acto de defensa alguno, quemando a todos los Cátaros que hallaron.

En 1213 tuvo lugar la Batalla de Muret: A la cabeza de los Cruzados, Simó de Montfort, derrotó la coalición catalano-occitana, dirigida por Pedro I El Católico, soberano catalán que fue muerto durante esta batalla.   Estas circunstancias propiciaron que los franceses, posteriormente, se anexionaran la Occitania. Jaime I El Conquistador a la muerte de su padre, heredó la Corona de Cataluña y Aragón.

En 1215 la ciudad de Tolosa se rindió a los Cruzados.  Fue Simó de Montfort quien acompañó al Príncipe Luis de Francia, recorriendo la zona del Languedoc, entrando por vez primera en Tolosa.  El 14 de diciembre del mismo año, Simó de Montfort fue investido Conde de Tolosa.

Corría el año 1217 cuando Ramon IV volvia a Tolosa, haciéndose fuerte contra el sitio de los Cruzados.  El sitio fue prolongado hasta el verano, momento en que fue muerto Simó de Montfort por los defensores, el 25 de junio de 1218.

En el año 1219 (entre junio y agosto) tuvo lugar la Cruzada del Príncipe Luis de Francia,  conquistando y saqueando Marmanda, aunque no entró en Tolosa.

La guerra de liberación del Languedoc se inició en 1220.  Ramón VII de Tolosa y Ramón Roger de Foix reconquistaron las regiones de Lavaur,  Puillorenç, Montalban y Castelnaudari.

El renacimiento del Catarismo tuvo lugar en el año 1222 en toda la región de Occitania. Los obispos cátaros volvieron a predicar.

El armisticio de Carcasonne se produjo en enero de 1224.  Amalric de Monfort volvió a Francia.  En los siguientes meses, Ramón VII, Ramón Roger y Ramón Trencavell intentaron negociar la paz con la Iglesia Católica, con el fin de acabar con la Cruzada.

Luis VIII de Francia, en  1226 realiza una cruzada sitiando Avignon, desde mayo hasta septiembre, con incursiones en el Languedoc, pero no llegando a Tolosa.
A su regreso, el 8 de noviembre, fallece en Montpensier.

Los Tratados de Meaux y de Paris tuvieron lugar en 1229.

Una tropa procedente de Montsegur, bastión principal del Catarismo, asesinó al inquisidor Guillermo y Arnau, así como a otros religiosos, en Avinyonet, el 28 de mayo de 1242.  Allá por el año 1244 tuvo lugar la caída de Montsegur, teniendo lugar la rendición de Queribús en 1255.  Los Cátaros que se rindieron, fueron todos quemados.

La excusa de las Cruzadas permitió a los franceses , independientemente de apoderarse de la región occitana,de hacerlo, asimismo, de la región del Languedoc.

Durante todas estas contiendas, falleció el Papa Inocencio III, promotor de las Cruzadas.

Debido a toda esa serie de circunstancias y guerras incruentas, se destruyó un mundo avanzado -humana y socialmente hablando- en el que los nobles se relacionaban con sus súbditos directamente.

Resumiendo: La lucha fue de unos cristianos contra otros, castillo por castillo y pueblo por pueblo.

Al final, quien acabó con los Cátaros fue la Inquisición, nombrada por el Papa de turno.

En varias regiones de Francia y de Cataluña existen infinidad de restos de los castillos de los Cátaros.

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