Mecenas - Miscelaneas - Luisa Elena Betancourt

Elisabetta se acostumbró a pintar con tanta rapidez que surgieron comentarios y dudas sobre la hechura de sus cuadros. Nació en 1638 en Bolonia, Italia. De niña estudió canto, arpa, escritura de la poesía, la Biblia y mitología. Era la mayor de cuatro hermanas. Su padre fue el reconocido pintor Giovanni Andrea Sirani, seguidor de Guido Reni.

Desde pequeña, Elisabetta demostró gran talento para el dibujo, cosa que estimuló a Carlo Cesare Malvasia a convencer a su padre para que la tomara como alumna. Malvasia era un influyente escritor, coleccionista de arte y gran amigo de la familia que documentó extensamente los años de juventud de Elisabetta.

Elisabetta murió repentinamente a los veintisiete años. Antes, había catalogado meticulosamente 190 trabajos pictóricos. Su muerte prematura, después de sufrir severos dolores en el estomago, causó gran revuelo. Su padre sospechó de envenenamiento por parte de una sirvienta que trabajaba en la casa. La empleada fue acusada formalmente, se le llevó a juicio y fue absuelta. Sin embargo, quedaron suficientes dudas que justificaron una autopsia.

No se especificó la causa de la muerte, pero testigos presenciales reportaron haber visto numerosos orificios en las paredes del estomago. Opiniones más recientes se inclinan por ulceras sangrantes como causa de muerte, probablemente debido a la presión crónica del trabajo sin descanso a la cual estaba sometida Elisabetta.

El padre se Elisabetta ha sido descrito como un tirano de mal genio que no permitió que su hija pensara siquiera en matrimonio. Cuando su padre no pudo pintar más por enfermedad, Elisabetta se convirtió en el sustento de su familia.

Elisabetta pintó una gran variedad de temas, y los pintaba con rapidez asombrosa. Era tal la rapidez que muchas personas dudaban que lo hiciera sin ayuda. Para refutar las acusaciones, invitó a los incrédulos a su estudio el 13 de Mayo de 1664 para que la vieran pintar. En una sesión pintó un retrato completo. Se cree que el mal genio del padre contribuyó a que pintara rápido.

Elisabetta fundó una escuela de arte para enseñar a mujeres, de donde salieron reconocidas artistas, entre ellas sus dos hermanas menores Anna María y Barbara, artistas profesionales también.

A la muerte de Elisabetta, los personajes más prominentes de Bolonia le rindieron homenaje. Se llevó a cabo un funeral ostentoso que indicaba la importancia y la fama de la pintora. Un artista local le diseñó un inmenso catafalco con cúpula que representaba el Templo de la Fama, dominado por una estatua tamaño natural de Elisabetta sentada frente a su caballete.

Sirani formó parte del reducido grupo de mujeres artistas que gozaron de fama internacional en su tiempo, junto a Anguissola, Teerlinc y Fontana. Años después, la desaparecieron por completo de la historia del arte.

Directora/fundadora del Centro Multidisciplinario de Arte Contemporáneo (CEMAC).
Obtuvo el título de Master of Fine Arts bajo el programa Beca Fulbright.
Es artista multidisciplinaria e investigadora de arte. valencia.com