PARABOLA DEL VIAJERO
Emilio Martínez
He recorrido
los estrechos del Bósforo,
las cumbres perdidas
de Agartha,
las arenas solitarias
del Gobi.
He descendido
a mil infiernos:
abismo líquido
de las Marianas,
vórtice del Maëlstrom,
entrañas del Erebus.
Ciudad del Sol,
Arcadia, Mirabilia,
la ínsula Barataria
o la isla de Nemo:
ninguna geografía,
real o imaginaria
me es ajena.
Sin embargo,
lo juro,
no me encuentro.
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