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Sincretismo II
Acrílico sobre lienzo
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Jaime Retamales, nació el
9 de octubre de 1966 en la norteña ciudad de Arica, Chile. A la edad de trece años ganó un concurso de pintura escolar. Debido a la lejanía de su ciudad con la capital del país, 36 horas en bus y 3:30 en avión, unido a la falta de recursos de su familia para poder enviarlo a una escuela de pintura, nunca pudo estudiar las técnicas artísticas para desarrollarse y fue sólo en 1986 que pudo estudiar pastel y óleo en la Universidad de Tarapacá. Sus estudios duraron alrededor de año y medio abandonándolos otra vez por falta de dinero. En Chile siempre se limitó el arte a los pequeños grupos con recursos económicos como para poder pagar los materiales y cursos que se necesitan para desarrollarse como pintor. A pesar de estos avatares Jaime siempre continúo pintando con lo que encontraba usando cartulina, hojas de envolver regalo, pedazos de madera, de todo para apagar su sed de expresarse. Su aprendizaje fue más bien autosuficiente. Su primera exposición colectiva fue en el año de 1987 en la Universidad de Tarapacá. Entre los años 1988-1999 realizó pequeñas exposiciones en su ciudad natal, donde vivió hasta los 33 años. En 1998 conoce a Anne Amis de nacionalidad norteamericana quien inspiró muchas de sus obras. En 1999 contrae matrimonio y toma la gran decisión de emigrar a Houston, Estados Unidos. A pesar de la lejanía con la ciudad que siempre amó nunca dejó de pensar en Arica y eso es lo que ha representado en cada uno de sus cuadros. Durante los primeros dos años se dedica sólo a pintar cuadros con el fin de algún día poder exponerlos. Es así como en el año de 2002 se relaciona con Ivvone Benavides quien lo invita a participar en el grupo ALMA, en ese grupo de artistas latinos empieza a exponer en diferentes locales de esta ciudad como el Mesa Grill y el Midtown Art Center (2002-2003). La estadía en el país del norte le ha dado la oportunidad de conocer un lugar mucho más amplio donde poder desarrollarse como artista. Actualmente Jaime Retamales se encuentra trabajando en cuadros más relacionados con la cultura local.
Respecto al estilo podríamos decir que es latinoamericanista con influencias de Rivera, Kalho, Botero y Guayasamín. Además de incorporar parte del repertorio folclórico de los pueblos indígenas aymará y quechua del norte de Chile, sur del Perú y parte de Bolivia. Sus obras muestran la vida de las comunidades indígenas, sus mitos, leyendas y demandas sociales. Siglos de atropello deben reflejarse en las pinturas actuales porque todavía continúan. El acrílico atenúa el sufrimiento latente de un pueblo olvidado y sometido por la globalización.
“Yo me identifico con los artesanos de mi tierra, no con las grandes tendencias europeas o angloamericanas que buscan explicar lo que no conocen. Es tiempo de que creemos nuestros propios cánones y narrativas que permitan conocernos mejor y no mirarnos desde el punto de vista fuera de nuestra realidad latinoamericana”.
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