ENTREVISTA EXCLUSIVA AL ACUARELISTA   
MÀRIUS CARRETERO,
PINTOR DE LA LUZ

por:  Maite Mainé
(Periodista)

...."El tiempo no tiene esquinas, es llano y largo como un hilo que no conduce a ninguna parte y del que no se conoce exactamente su origen. Se puede medir, pero no sirve de gran cosa. El paso del artista por este tiempo es breve y pretensiosamente quiere dejar un recuerdo, para los que pasarán después de él, en forma de obras de arte. ¿Es más importante el artista que un pastor o un labrador? No. Rotundamente. Pero la huella, reflejada en sus obras, del paso por este espacio, lo equipara anímicamente con su entorno y las ofrece como fruto de conducir, durante muchos años, sentimientos por los pastos de la ilusión, y labrar, cada día, el cielo azul o nublado, buscando un atardecer que le explique, con un lenguaje dulce, porque todavía sale el sol cada día"...


¿Cómo un hombre que escribe así, que perfila con tanta maestría sus argumentos, podría pintar de otro modo a como él lo hace ?

Le pillo, como quien dice, con un pie en el estribo. Después de exponer en Granada, Lérida, Huesca, Barcelona, Madrid, Gerona y Vitoria, los próximos destinos son: La Tour de Crieu, Tarascón y Toulouse...

¿Cómo decides un día, de pronto, que lo que verdaderamente quieres hacer es pintar?

Mis estudios fueron... en la calle. A los 14 años empecé a trabajar, hice contabilidad, estudios de delineación, de farmacia... nada especial. No he tenido grandes maestros como guía, es decir, no he tenido ninguno o según como se mire y en palabras de Picasso, he tenido al peor maestro posible, a mí mismo. Soy orgullosamente autodidacta.

Durante 20 años dirigí teatro. Formé el primer grupo de canción catalana que tuvo Lleida, mi ciudad natal, hasta grabamos un CD como testimoniaje a una labor demasiado olvidada y escondida por la absorbente Barcelona. Creé el Grup de Pintores de l'Ereta y posteriormente l'Associació d'Arts de Ponent, hasta que un día me di cuenta y dándole patada a la estufa creí había llegado el momento de enfrentarme solo o mejor dicho con mi obra, al camino para el cual me había estado preparando. Y ahí me tienes.

Más que una decisión, a bote pronto, fue el resultado de un proceso de intentar comunicar con mi entorno, hacerles partícipes de unos sentimientos, unos sueños, una manera diferente de entender las cosas, una manera de vivir, en definitiva, que, infructuosamente, habían intentado manifestarse de forma diferente en distintas vertientes artísticas.

Un día sí, de pronto, como tú dices, te das cuenta de que parte de lo que has expresado en una obra, el público lo capta y te lo comenta. Y esto es un premio y un estímulo. Y a partir de ahí conviertes en premisa de tu obra el buscar lenguajes propios y más explícitos para que el contenido emocional llegue íntegramente al que contempla una acuarela.

El estudio de un pintor es el lugar en donde se fraguan los sueños. Los sueños se fraguan en el alma o en lo que hemos dado en llamar alma.

Ese actuar a la vez de millones de neuronas asistidas por una fuerza desconocida que impulsa a los humanos. En el estudio, sentado ante el caballete, rememoras los sueños, les das forma. Oníricamente trasladas a un paisaje tus amores, tus penas, tus ilusiones... !Tantas cosas! Y vas jugando, jugando, con composiciones, colores, veladuras... hasta que aparece en algún rincón del cuadro algún indicio de que empiezas a
conjugar el mismo verbo con tu obra o al revés, !Vete a saber!

¿Qué crees hubieses sido de no ser pintor?

No lo sé, no me veo en mi mundo sin pintar, sin escribir, sin componer, aunque la composición ya es un mundo cerrado, voluntariamente. Seguramente sería un triste, adocenado y aburrido empleado de la administración, con un buen coche, una buena vivienda y siguiendo los resultados de los partidos de fútbol de cada domingo. Hablando de política en los bares con los amigos y viendo pasar la vida como un programa de televisión. Me resulta difícil entender mi vida de otra manera de cómo la he vivido.

¿Tres elementos indispensables para ser un buen acuarelista?

Humilde, mesurado y valiente.

Tengo entendido que hay obra tuya en América ¿Podrías concretar cómo fue llegar hasta allí?

Un día apareció un marchante y se enamoró de mis acuarelas. Y se
las llevó. Así fue todo. Por otra parte también para alguna obra benéfica para los afectados del SIDA, sé que han llegado ahí mis obras. 
También en colecciones particulares.

Si la música pudiera pintarse, ¿de qué color la pintaría Marius?

La música, sería como un arco iris, pero no sería un arco, tendrían
los colores unas formas curvas muy suaves, y no nacerían en un punto y morirían en otro, simplemente se perderían en el espacio y no tendrían fin. El juego al revés, o sea, interpretar mis cuadros como
música se hizo hace un par de años, en el concierto que Toni Olmos, pianista y profesor universitario, ofreció al público de la Caixa un 29 de Diciembre. El evento tuvo el título de Musicolors. 

¿Una fórmula para llegar al público a través de la pintura?

Ser limpio de corazón, expresar lo que sientes, aunque algunas veces pueda parecer desfasado e inconveniente. Explicar que tu alma ha llegado hasta donde ha llegado, sin pretensiones de admirar ni de
ser aclamado. Explicar también, que a lo mejor mañana podrá llegar 
más lejos, pero que si no es éste su destino, eres feliz con lo conseguido hasta este momento. Ser honesto contigo mismo, reconociendo
tus limitaciones y con los demás ofreciendo siempre lo que consíderas mejor de ti mismo.

Hay un sector de público que compra Arte sin entender de Arte, sólo porque su status se lo permite. ¿Se siente el artista satisfecho ante hechos como este?

No, claro. El artista ofrece sentimientos en forma de obra de arte. Y se abochorna y se avergüenza de comprobar que su obra es utilizada para que haga juego con las cortinas. Y te sientes muy mal contigo mismo. Parece que hubieras entregado una hija a la prostitución.
Pero el camino del artista no es un lecho de flores, hay muchísimas espinas, y ésta podría ser una de ellas. Y por otra parte estás hecho
ya a ciertas situaciones inconvenientes.

¿Has hecho incursiones en alguna otra rama del Arte?

He hecho poesía, música, teatro, canción... en realidad una búsqueda 
para, como decía al principio, encontrar una vía de comunicación con 
los que más aprecio, pero siempre fallaba algo. Había una barrera o de de interpretación de mis sentimientos o de mi lenguaje para comunicarlos. Hasta que cayeron en mis manos unos pinceles y una paleta, servidos en bandeja, por la mujer que más me ha soportado, querido, entendido y admirado: Maribel.

¿Cuál ha sido el elogio a tu pintura que más has apreciado?

El que en su día hizo, exageradamente dicho sea de antemano, un
diseñador de trajes de ópera conocido y respetado en toda Europa, Jordi 
Roig, que en una exposición me dijo: "Eres el segundo pintor que he visto que maneja mejor la luz". La provocación estaba servida, naturalmente caí en ella, así que le dije en tono curioso: "¿Y quién es el primero?" y me respondió: "Rembrand". No es que pretenda emular al maestro de la luz, no llega hasta ahí mi soberbia, pero la recuerdo como una manera ingeniosa de hacer un comentario elogioso.

¿Qué te gustaría llevar al lienzo que aún hoy no hayas realizado?

El amor en su más puro estado, el amor a la vida, al cielo, a las plantas, al aire que respiramos, a los animales, a las personas, al amante, a la amada, el amor completo, al todo que no sabemos exactamente qué es.

Un mismo tema ¿lo pinta distinto un pintor de una pintora o es sólo cuestión de sensibilidad?

Creo que sí. Que lo pintan diferente, pero todo y que se le puede llamar sensibilidad, creo que hay una manera vital, diferente de expresarse entre mujeres y hombres y que nos hace maravillosamente complementarios. 

No es mejor un hombre ni una mujer, en igualdad de condiciones ante
un lienzo, es que son distintos, y cada cual debe responder a las preguntas con el lenguaje que surge de su corazón.

¿Hay distintas formas de ver un paisaje, o una marina?

Pienso que sí. En un paisaje se hallan diferentes elementos en los que canalizar la expresión. En las marinas se impone la tremenda fuerza del 
mar y la inmensidad del cielo, y estos dos determinantes influencian a la hora de explicar un sentimiento. No creo que se deban poner en
un mismo saco.

¿Está todo dicho en pintura?

Nunca estará todo dicho en nada. Siempre se dice, del teatro, de la música, de la pintura... pero siempre, la maravillosa fuente de la vida, hace surgir esa impronta diferente que echa por los suelos los presagios de los agoreros. Más bien la considero una postura de quien ya no encuentra caminos o ya no tiene fuerza ni ánimo para buscarlos y esconde sus carencias con una veladura de trascendencia trágica.

¿Qué grado de satisfacción te da tu trabajo, una vez finalizada la obra?

Más que de satisfacción, digamos que de todo lo contrario. Siempre
hay una cosa, o varias que merecerían una rectificación, que hubieran podido ser mejor expresadas. Pero laacuarela como muy bien sabes, no permite ningún paso atrás, por lo que debes cargar con tu obra como con un hijo al que quieres mucho, pero que tiene sus cualidades y sus defectos. La satisfacción y el orgullo, llegan, eso sí, cuando se comprueba que el espectador se identifica con la obra y la capta tal y como, en su momento, la sintió el pintor.

Personalmente, ¿a qué otro pintor admiras?

A muchos, por encima de todo, a los que pintan honradamente y humil-
demente. Por citar un nombre, Zobel.

Escribes poesía...   Se diría que en tus poemas uno puede ver lo que dice, por lo bien que lo transmite.

El poeta es un ser sensible. Transmite la visión de su entorno a través
de un prisma muy personal. En mis poemas relato mis vivencias a golpe 
de expresiones y hay de todo. Parangonando la definición de un pesimista que dicen que es un optimista bien informado, podría decir que un poeta es un ser viviente y pensante, pero bien informado, que intenta transmitir a los demás sus vivencias pero de forma serena y naturalmente optimista. La poesía debe ser ante todo, el optimismo de la vida, pero comunicado sin falsos jolgorios ni propaganda gratuita, serenamente, como debe ser, explicando una y otra vez lo admirable que es el mundo, aunque se empeñen ciertos sectores en amargárnoslo, lo admirable que es la palabra, el amor, la música...

Una vez más quedó patente, a través de esta entrevista, que no hay preguntas inteligentes, sino respuestas inteligentes.

Gracias por tus sueños de colores, Màrius.

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