SEMANA DE LA DULZURA
Adriana Castella Gamboa
Ya no hay hombres
que roben besos
ni amantes subidos
a la azotea las noches de luna.
En las esquinas no se golpean el pecho
los fantasmas eternamente despechados
ni las niñas entonan preludios al piano.
Ahora hay amores de hora y adios
de puertas azotadas
de sexo express
de no me acuerdo con quien amanecía
esa mañana de invierno vaporoso.
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