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JUAN  LLORON

Vincenzo Castaldo

Esta es una historia dedicada a todos los niños de cualquier edad, bueno diría niños desde los 4 hasta los 100 años, ya que fuera de este rango generalmente una persona no sabe o no puede leer y tampoco puede oír y entender si algún otro le cuenta la historia. ¿Por qué llamo niños a un grupo tan grande y diferenciado de personas en lo que a edad se refiere?, porque para el caso que me interesa considero niño a cualquier persona, de cualquier edad, con una gran capacidad de aprendizaje, por encima de ataduras con enseñanzas ya digeridas y premisas equivocadas que generalmente forman parte solidaria e indisoluble del ser adulto. O lo que es parecido: cualquier computador..., perdón, cualquier persona con un cerebro todavía abierto y sin impedimentos para ser programado o reprogramado, o más exactamente: que no haya sido infectado aún por ningún virus de los tantos que hay y que inevitablemente inundarán al computador..., ¡perdón otra vez!, quise decir a cualquier niño en la medida que vaya madurando y dejando de ser niño. Es por esto que, aunque el rango (toda persona de 4 a 100 años) parece grande, en realidad es sumamente pequeño, porque pocos corresponden con esta concepción de niño, de los seis mil millones de habitantes del planeta, quizás cien, quizás mil o con el mayor optimismo quizás apenas un millón pudieran entrar en esta catalogación.
¡Vamos al grano y empieza a contarnos la bendita historia!

Existía un hombre..., ¡perdón!, existe un hombre llamado Juan, tan verdadera, real y actual es su existencia que les daré esta demostración: ese Juan soy yo, ¡yo mismo!
¿Que pasa con ese hombre?, o mejor dicho: ¿Que pasa contigo, Juan?
Cuando era niño, ese hombre, ese niño o mejor dicho: yo, yo me la pasaba llorando, llorando con frecuencia, llorando con motivo, llorando con dolor, llorando con amargura, bueno... no tanto, ¡los niños pocas veces lloran con amargura!
¿Porqué lloraba ese niño? ¿Porqué llorabas cuando niño?
Lloraba ese niño, porque no lograba aprender todo lo que le enseñaban, todo lo que debía aprender. El maestro: "Juan te dije que Simón Bolívar fué el Libertador de Venezuela, ...¡otros niños lo saben desde los dos años y tu tienes seis y todavía me dices que fué Cristóbal Colón!" ; el papá: "Juanito o aprendes a comportarte y a respetar como un hombre o este año no habrán vacaciones"; la mamá: "Juanito, eres un irresponsable, siempre sacas malas notas, quiero que de grande seas un hombre ejemplar como tu papá, buen profesional, buen hijo, buen esposo, buen padre y sobre todo ¡Buen ciudadano!"; los amigos (ahora digo: ¡qué amigos!): "Juanito: ¿sabes que en el recreo me cogí a Marycarmen?, ¿apuesto a que tú todavía no te has cogido a ninguna niña?, ¿Será que acaso lo que quieres es que te cojan a ti?"; el cura: "la llegada del Niño Jesús cambió la faz del mundo: trajo paz donde había guerra, amor donde había odio, comida donde había sangre..., ¡Antes de Cristo el mundo era tan malo y cruel que mataban a los cristianos haciéndolos comer por los leones!" ...brrr.
Y yo, yo confundía todo: recordaba los nombres de Cristóbal Colón, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Washington (bueno, para ese entonces: Vasinton) pero confundía lo que había hecho cada uno; sabía que antes del Niño Jesús el mundo era muy malo y que los leones se comían a los cristianos, pero no recordaba si se los comían antes o después de Jesús; además no entendía muchas cosas de lo que oía. Y yo lloraba y lloraba en cada una de estas situaciones y regaños, ya que sentía que no sabía lo que otros sabían, no había aprendido lo que otros ya habían aprendido y pensaba que nunca llegaría a aprender, saber y comportarme como los otros niños de mi edad. ¿Qué significaba coger? ¿Cómo se cogía a una niña? ¿Cómo me habrían cogido a mi?, ¡Uf!..., ¡Sí que me hacía falta aprender! ¡Aprender de todo! Y, como buen niño me esforzaba más y más para aprender todo lo que me enseñaban, todo lo que podía, más de lo que podía, y casi todo lo que debía. 
Afortunadamente la cosa fue mejorando con el pasar de los años y yo iba aprendiendo igual o mejor que los otros niños, bueno, ...ya éramos muchachos y cada vez lloraba menos hasta que..., hasta que dejé de llorar DEFINITIVAMENTE. ¡Si, ya más nunca me salieron lágrimas! 
Claro a los CATORCE años: ¡Cómo carajo iba a estar yo llorando todavía!
Además que cada vez sabía más y entendía más, por ejemplo aunque todavía nunca había cogido a una mujer, sabía o creía saber como se coge a una mujer, también entendí lo que significaba para mis amiguitos de antaño el cogerse a una niña, sabía que nunca me habrían cogido a mi, ya que le habría partido la cara a "coñazos" a quién lo intentara (afortunadamente yo era grandote), sabía que el cristianismo había cambiado y mejorado radicalmente al mundo y sabía además todo lo que debía saber sobre historia, geografía, castellano, literatura, inglés, biología, matemáticas, internet, etc. etc.
A los veinte años ya sabía mucho más (bueno, ya era casi doctor), sabía física, química, inglés, economía, termodinámica, conducir un coche (manejar un carro en Venezuela), etc. etc., ¡Ah! ...y lo más rico, a los veinte años no solo sabía, sino que conocía por experiencia propia lo que era cogerse a una mujer; sabía además otras cosas que no se aprenden en la Universidad como por ejemplo el comportamiento social, mecanismos de superación (adicionales a la instrucción y el estudio), la interpretación de verdades paralelas, verdades opuestas y verdades divergentes como por ejemplo: en biología: "el hombre no solo deriva del mono sino que es un mono (bueno: un primate)", pero en religión "el hombre está hecho por Dios a su imagen y semejanza". También sabía que me faltaba mucho por saber y aprender, que el aprendizaje es infinito y nunca termina, recordaba además la célebre frase: mientras más sé, más sé que no sé!.
Todos estos conocimientos me daban seguridad (sobre todo el saber que mientras más sé, más sé que no sé), tranquilidad, bienestar y una gran felicidad, sobre todo el conocimiento y práctica de cogerme a una mujer. Todo lo cual me hizo olvidar de llorar, al punto que ya no volvió a salir una sola lágrima de mis ojos, ¡Tenía ojos supersecos!
Seguí creciendo (ya no en tamaño), madurando, aprendiendo, instruyéndome. Me hice profesional, me hice buen profesional, me hice gran profesional, me hice hombre, me hice gran hombre, me hice como mi padre, ¡Me hice mejor que mi padre! Seguía en felicidad, seguía en bienestar, seguía en placer, ¡Seguía sin llorar!... Y seguía aprendiendo, aprendía todo lo que me enseñaban, todo lo que quería y todo lo que debía, ...y todavía aprendía más, empecé a aprender hasta lo que no me enseñaban, hasta lo que no quería, ¡Hasta lo que no debía!
Y con este nuevo aprendizaje, con este exceso de aprendizaje, sentía mi corazón volverse algo triste, algo insatisfecho, algo adolorido. Hasta en los momentos de plena felicidad sentía alguna tristeza, hasta en los momentos de placer y goce sentía algo de tristeza, hasta durante el orgasmo sentía un volcán de placer pero con algún sabor amargo. Sentía que la vida era alegre para mi, pero que la vida era triste, la vida era triste para los hombres, la vida era triste para casi todos los hombres, por tanto la vida era triste también para mí, aunque yo estuviera en placer. Porque yo era un hombre y si la vida era triste para casi todos los hombres, la vida era triste también para mí, aunque en ese acto yo no estaba triste, estaba feliz, estaba en goce, estaba en placer; me sentía como un hombre triste consumiendo felicidad, un hombre triste consumiendo goce, un hombre triste consumiendo placer, pero un hombre triste al fin.
¿Y porque empezaste a sentirte triste? ¿será que acaso empezó a fallarte lo que te daba placer, lo que te daba felicidad, lo que te daba seguridad? ¿Empezó a fallarte el dinero o empezó a fallarte el miembro viril?
Ni lo uno ni lo otro, tenía más dinero que nunca y apenas tenía treinta y cinco años y lo tenía más duro que nunca, y según las mujeres..., ¡Bien sabroso! Además aun en esos casos que Uds. aluden, aun en la impotencia, aun en la vejez, existe el dinero que hace que las mujeres te convenzan de lo contrario: que lo tienes grande, duro y sabroso y... ¡Además existe el Viagra!, y... ¿Quién dijo que yo soy hombre? ¿No ven que soy mujer! En todo caso, si existiera algún otro motivo, quizás sería que por el mucho goce habido, ya me cansé de gozar, por las muchas mujeres tenidas ya me cansé de mujeres, por el mucho amor recibido ya me cansé del amor y por la inconformidad natural del hombre: ¡Busco complicarme la vida con algo que no tengo: LA INFELICIDAD !
Bueno entonces... ¡Termina de echar el cuento!

Me sentía triste, porque aprendí sin que nadie me lo enseñara, que desde la llegada de Cristo el mundo mejoró poco, el mundo no mejoró nada, el mundo quizás empeoró, el mundo seguro que empeoró, ...si pienso en el reciente holocausto de los hebreos (sin ser yo judío) ¡Seguro que el mundo empeoró!, empeoró sobremanera, ...y eso me duele, no saben cuanto me duele, a nadie le puede doler más que a mí, ni siquiera al Papa, porque yo, que tenía dificultad en aprender, llegué a aprender todo lo que había que aprender de la palabra de Cristo, y lo aprendí muy bien, lo aprendí demasiado bien, me lo creí todo, me lo creí demasiado, hasta al punto de creer que efectivamente todos los hombres somos hermanos, que el santo es mi hermano, el gobernante es mi hermano, el hombre honesto es mi hermano, el hombre bueno es mi hermano, el hombre normal es mi hermano, el hombre mediocre es mi hermano, el hombre loco es mi hermano, el mendigo es mi hermano, el asesino es mi hermano, el condenado a muerte es mi hermano..., y ¡Los quiero a todos como mis hermanos!
Entonces lloras porque sabes que todos estos hermanos no te quieren a ti, aunque tú los quieres a ellos.

¡No!, yo por mi soy feliz, además soy acuariano y altruista y nunca lloraría porque ellos no me quieren a mi, me basta con quererlos yo a ellos. Lloro porque ellos no se quieren a ellos, los unos no quieren a los otros y los otros no quieren a los unos.
¿Qué significa este juego de palabras? ¡Pareciera haber repetición de lo mismo!
¡La hay!, repitiendo tantas veces lo mismo no me entienden, figúrense si apenas lo dijera una vez con palabras sencillas, menos aún si lo dijera con palabras complejas, o con sutilezas, ironías, metáforas o parábolas. Creo que la palabra de Cristo no caló realmente en el corazón de los cristianos por haber usado parábolas, en lugar de haber hablado claro y raspado, aunque a Él si le correspondía evitar la repetición, por tener palabra de Dios, ...además ya lo dije que este cuento está dedicado a niños, niño es niño aunque tenga cien años y a los niños hay que repetirles las cosas hasta el cansancio.
¡Te estás apartando del tema! ¡Cuéntanos! ¿Por qué estás triste? ¿Por qué lloran tus ojos?
Estoy triste por lo fatuo de este mundo en que todo hombre es una marioneta actuando como le enseñaron a actuar y que lo único que busca es la mayor cantidad de aplausos del público, entendiendo por público todos los demás seres humanos que lo observan (digo que lo observan y no que lo rodean); estoy triste porque esta obra teatral que nunca termina, desprecia a los actores feos, enfermos, o que... ¡SIMPLEMENTE NO SABEN ACTUAR! Estoy triste por el sufrimiento de mis hermanos, por la indolencia de mis hermanos hacia sus otros hermanos, por la indolencia de la Ley y la autoridad ante el sufrimiento humano, por la retórica de la Iglesia ante el sufrimiento humano, la inmisericordia de la ley y la autoridad ante los ilegales..., y ¿Por qué no? ¡Ante los criminales! Mis ojos lloran..., perdón mis ojos no lloran, lloraban cuando niño, pero ya no es llanto, ya no es llanto húmedo, ya no es llanto de mis ojos, ahora quien llora es mi corazón, cuyo llanto me causa mucha más amargura, infinitamente más amargura que el llanto que tenían mis ojos cuando niño; pensándolo ahora, esas lágrimas de cuando niño las recuerdo como llanto de fe, llanto de esperanza, llanto de ilusión, ¡Llanto de felicidad! ¡Cómo quisiera poder llorar todavía en esa forma! ...con lágrimas en los ojos que casi siempre encontraban consolación; ...ahora ya no tengo esperanza, no tengo ya fe, no tengo ilusión, sólo tengo la triste realidad de esta comedia en que vivimos! Y sufro por mi impotencia por no poder cambiar el mundo, me siento una migaja inútil, un inadaptado que lucha por no adaptarse a esta triste realidad, a esta triste farsa, a esta triste comedia.
¿Qué estupideces dices?, ¿o es realidad o es farsa!, ¡son dos palabras antónimas!, ¡aprendes a hablar o te curas de tu locura antes de seguir hablando con nosotros!.
Yo no estoy hablando con ustedes, yo estoy hablando solo, siempre solo, yo ni siquiera los llamé, fueron ustedes que por entrometidos y curiosos se acercaron a mi y comenzaron a hacerme preguntas; es más, ni siquiera sé quienes son ustedes, ni siquiera me importa quienes son, ni mucho menos sus nombres, menos aún que me escuchen y que me presten atención, pero sé que no son niños, por lo menos no lo suficientemente niños, así que me basta con seguir hablando sólo hasta que quizás un verdadero niño, quizás decrépito y de cien años, se acerque a escucharme y pueda consolarme, .....¿Qué dije? ¡Consolarme!, ......¿Y quién podría consolarme?, ¿podría hacerlo Dios?,..... no lo creo, ¡ya lo habría hecho!, ¡sólo una nueva realidad distinta a la existente podría consolarme!, pero si es distinta a la existente es inexistente y distinta a la realidad ya no sería realidad y por tanto tampoco podría consolarme, .....¡, ......así que si quieren pueden marcharse y dejarme en paz, que seguiré hablando solo, como solo habla todo el que no es escuchado.
Tú lo has dicho, somos curiosos y nos quedaremos hasta que nos dé la gana, te oiremos hasta que nos dé la gana, te escucharemos sólo si nos da la gana, .....y como tu no eres curioso y como nada te importa, nunca te diremos y nunca sabrás quienes somos, ¡Sigue hablando sólo!.
Decía yo que soy cristiano, que me siento gran cristiano, que sufro por los dolores del prójimo, sea quien sea ese prójimo.
También dijiste que sufres por el dolor de un asesino, sufrirías también por el dolor de un asesino de tu hijo?.
Dije que sufro hasta por el dolor de un asesino, que es casi lo mismo aunque no es lo mismo. Lo repito: sufro hasta por el dolor de un asesino, ......y siiiií..., sufriría hasta por el dolor de un asesino de mi hijo, porque como cristiano todo hombre es mi hermano y es también mi hijo y por tanto cualquier asesinado y cualquier asesino es mi hermano y también mi hijo, ....¡También el asesino podría ser mi propio hijo!, .......Indudablemente si el asesino de mi propio hijo fuera además de mi hijo, mi otro propio hijo, el sufrimiento sería todavía mayor, .......el sufrimiento sería inmensamente mayor, ...¡Casi infinito!, ........casi infinito porque infinito es un concepto y siempre podrá haber un sufrimiento mayor, hasta casi infinitamente mayor!.
Uhm....(el discurso loco de este loco se pone más interesante),......a ver (loco), .......a ver Inconsolable, .....a ver sufridor: ¿Cuándo sufrirías más: por un ladrón que roba o por la ley que le corta la mano a ese ladrón?, ........¿Por un hombre que es asesinado por un delincuente o por la ley que mata a ese delincuente?
El sufrimiento sería igual, porque siempre se trata de dos seres humanos, que son mis hermanos y que cualquiera de ellos podría ser mi propio hermano, o hasta mi propio hijo;............pero miento, ..........más sufrimiento me causa la ley que corta la mano al ladrón, o la ley que mata al delincuente, porque el ladrón o el asesino, están actuando por influencia del diablo y por tanto su culpa es menor y es descontado que el ladrón robe, que el asesino asesine, pero no doy por descontado que la Ley, que debería parecerse mucho a Dios, robe, y ......¡Qué tremendo robo!....robe la mano a un ladrón; .......o asesine la vida a un asesino, cuando además, ...quizás (digo además y quizás, porque esta no es la cuestión fundamental), ......quizás sea la propia ley y/o su correcta o incorrecta aplicación quien engendró o creó ese ladrón o ese asesino.
Entonces tú nunca aplicarías la pena de muerte?
Nunca jamás, ........quizás en todo caso a ¡Aquellos gobernantes que siembren miseria, declaren guerras, amparen corrupción!, .... o aquellas madres (aquellas madres, se refiere sólo a aquellas madres) que engendren niños sin casa, sin hogar, sin amor, sin padre y quizás sin madre y casi seguro sin patria, o con una patria que no actúa como patria; que engendren niños a sabiendas que en este triste mundo su hijo será condenado posiblemente a la miseria, al hambre, a la ignorancia, a la falta de instrucción, a la enfermedad, al dolor, a la prostitución, a la delincuencia o hasta podría convertirse en asesino y ser asesinado por la Ley que amparó su nacimiento, .......pero mentira,.......soy cristiano, todos son mis hermanos y ...¡Tampoco a ellos les aplicaría la pena de muerte!. Además: ¿Quién soy yo para decidir la vida o muerte de un hombre?, ¿quién es la Ley para decidir la vida o muerte de un hombre?,...... sólo Dios, en su injusticia más grande, decidió que todos los hombres nacieran y que todos los todos los hombres murieran!, ....todos menos Walt Disney que está hibernado, ......y en su justicia más grande decide que todos los hombres nazcan y que todos los hombres mueran y, ......en acto de poder Supremo decide cual hombre y cuando ese hombre nace o muere.
Has llamado injusto a Dios?
El que tenga oídos que escuche, el que tenga ojos que vea; yo no dije eso pero sí,.....quizás yo llamaría injusto a Dios!,.....pero por ser cristiano nunca lo haría, ......pero recuerden que el propio Dios, .......bueno la voz de Dios, .........la voz de Dios a través de la Biblia, que después de mucho esfuerzo llegué a aprender, llegué a comprender y ......hasta llegué a creérmela al pie de la letra,.....es la voz de Dios que dijo que en el mundo por Él creado no había muerte, ni más vida que la creada por Él, hasta que el pecado original lo obligó a introducir tan horrible cosa que es la muerte y con ella: ¡Nuevas vidas y nuevas muertes!.
......y ¿Qué harías con el violador de una niña por ejemplo, tampoco a él aplicarías la pena de muerte?.
¡Esta sí es una pregunta estúpida y con respuesta obvia!, ¡por supuesto que no le aplicaría la pena de muerte!,.......acaso ¿es más grave un rasguño que perder la vida!, .......¡Parece increíble como el hombre ha magnificado el delito de la violación! La violación sola, sin otras complicaciones no es el delito más grave del hombre, ........bueno ¡Sí!, ......es el delito más grave del hombre porque así lo han magnificado hipócritamente los hombres, los familiares de las víctimas, la sociedad, que mientras dice que en el mundo son millones los niños violados y asustan informando la triste realidad de que los principales violadores de niños son los padres, los hermanos, los tíos y hasta los custodias de orfanatos, institutos de menores o penitenciarias de menores; poco hace dicha sociedad para disminuir o eliminar de tajo estas violaciones. Cierto es que: ¡Más trauma causa en el violado, su familia y la sociedad que el propio violador!.
Pero esto sí, cabe agregar que la violación es un delito horrible, es la forma más perversa y vil de sometimiento de la dignidad del hombre por otro hombre, peor aún de un hombre más fuerte hacia un hombre más débil, peor aún de un hombre hacia una mujer, peor aún de un hombre hacia un niño, peor aún de una mujer hacia un niño, .......¡Ay, me pasé!,.... a esta sociedad hipócrita no le parece peor la violación de una mujer hacia un niño, porque con el machismo generalizado entre las mujeres y entre la mayoría de los hombres, es bastante aceptable que el niño macho, macho al fin, no queda muy afectado por la violación, o quizás es la mejor o al menos la más tempranera forma de iniciarse en sus futuras empresas de conquistador de mujeres, de cacería de hembras, y de adulto podrá conquistarlas, cazarlas o violarlas con astucia, con dinero, con poder, con chantaje o simplemente comprarlas, pero nunca con el uso de la fuerza física, aunque: ¡La fuerza física es un método de violación mucho más débil, ineficaz y complicado que la astucia, el dinero, el chantaje o el poder!. Decía que la violación es un delito horrible, vil, miserable, que debe ser penado con todo el peso de la Ley (¿Cuantos kilos es el peso total de la Ley?)...claro que también es violación el hombre que escandaliza sexualmente a una virgen aun sin tocarla, o a una religiosa, o simplemente a una mujer altamente escandalizante (con todo el derecho que tiene a ello); también es una violación horrible el hombre que por ejemplo, .......por ejemplo, escupa en público a ¡Toda una dama!, supóngase a ¡Una Primera Dama!.... (ahí sí le aplicarían al violador, o al simple escupidor la pena de muerte silenciosa!), .....¡Qué horror!, ...¡qué ejemplo grotesco, banal y estúpido!, .....¡qué idiotez!, .....pero sí, .....sería una horrible violación para una noble dama, ......quizás alguna noble dama preferiría una violación sexual ¡pero privada!.
Repito, cualquier delito y hasta no delito: el asesinato, el robo, la violación, la humillación, el acoso sexual y no sexual, la falta de dicho acoso hacia quién lo requiere, el engaño, el desprecio, el abandono, la mentira y hasta la simple indiferencia puede ser y es un delito horrible y merecería la pena de muerte; pero ningún delito, ninguna masacre, ningún genocidio debe merecer la pena de muerte, porque soy cristiano, .......porqué pondría a sufrir a uno más de mis hermanos, a uno más de tus hermanos, quizás a uno de mis propios hermanos, quizás a uno de tus propios hermanos, quizás a uno de mis propios hijos, quizás a uno de tus propios hijos, pero ciertamente a un hermano de su propio hermano, a un hijo de su propio padre, ¡A un hijo de su propia madre!.
¡Lo que estás hablando nos entretiene mucho, nos intriga bastante, nos gusta poco y no lo entendemos nada!.
Es que no puede gustarles y menos lo pueden entender ya que este cuento no va dirigido a Ustedes sino a aquellos que son niños y quizás no sepan leer.
¿Dirigido a niños que no saben leer?, ....¡Y usas a cada rato y sin necesidad temas, palabras y vulgaridades como coger, gozar, sexo, escupir, asesinar, robar, pena de muerte y pare usted de contar!.
Pido disculpas a todos los niños por mi impropio hablar y es que ¡Ciertamente soy yo aún más niño y mejor no me sé expresar!
Eras niño, eras hombre, fuistes mujer, eres otra vez niño, eres cristiano, eres casi Dios, ........¿Quién eres tú de verdad?.
Soy todo eso y algo más, no soy Dios ni soy Anti-Dios, no soy mentira ni soy La Verdad, soy una voz sin ser La Voz,.......y tampoco te lo voy a contar, ¡A ver si logras tu adivinar! 


¿Quéee.......?, ¿quiénnn soyyy......?, ¿dondeee estoyyy.......'?, ¿quiénnn esss......?, ¿quéee quieresss............?
Despierta Juan, soy yo, ¡Ya son las ocho y tienes que trabajar!, ¿Qué te pasó que casi estabas temblando en sueños?
Ah......., eres tú Gaby....., ¡Qué alivio!,......es que estaba soñando profundamente, .....un sueño estúpido pero horrible a la vez, ...........¡Toda una pesadilla!, ............soñaba que estaba loco, lloraba, hablaba toda clase de pendejadas, opinaba sobre la pena de muerte, sufría como no imaginas por el dolor ajeno, me creía más bueno que Dios; .........menos mal que me despertaste, deberías haberme despertado antes, apenas empezaba esta pesadilla. Bueno ahora rapidito, sólo un cafecito, lavarme la cara y ¡Salgo corriendo a la oficina! 
MORALEJA: un sueño loco, un sueño mentira, una pesadilla, puede encerrar más cordura, verdad y bondad que la vida real. 

       

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